Corrección de Estilo
Corrección de Estilo

Es una pregunta compleja a la que se le suele dar una respuesta demasiado sencilla.

Decimos que la corrección de estilo es la intervención lingüística que se realiza en un texto para conseguir que el lector lo entienda, pero la complejidad empieza cuando intentamos delimitar exactamente qué es eso de que un texto se entienda. Comprender un texto es una operación que depende de muchos factores.

Depende del propósito con el que se haya concebido el texto. No es lo mismo un escrito publicitario con el que pretendamos persuadir para que nos compren un producto que un libro de texto de educación secundaria que, en principio, tiene que ser didáctico.

Depende del público al que vaya dirigido. Es evidente que no tiene la misma capacidad de comprensión un niño de diez años que un adulto, ni es igual que el texto esté dirigido al público en general que a un público específico.

Depende también del medio en el que vaya a aparecer, no leemos igual un blog que una revista de investigación, por ejemplo.

Podríamos seguir así un buen rato. Cuando afrontamos una corrección de estilo, de lo primero de lo que nos damos cuenta es de que empezamos a hacernos preguntas sin parar: ¿qué aspectos hay que valorar?, ¿cómo se corrige sin perjudicar al original?, ¿quién soy yo para corregir a un escritor?, ¿hasta dónde exactamente tengo posibilidad de intervención?

Nos convertimos en un compendio de dudas… y no es para menos.